top of page
Buscar

Sí eres suficiente

Ayer me levanté con la respiración entrecortada, congestionada, con pocas ganas de hacer… Me senté en mi esterilla en postura de meditación y conectando con mi interior, mirando hacia dentro, rompí a llorar.


Las lágrimas comenzaron a recorrer mis mejillas y simplemente me limité a observar todo aquello. Un brote de emociones comenzaron a invadirme, pena, angustia, tristeza; también recuerdos, situaciones…Y estas profundas ganas de seguir llorando, soltando, esta era la sensación mientras ocurría, de soltar, de liberación de algún tipo de bloqueo que llevaba unos días produciéndome una sensación de angustia en la boca de mi estómago.


No me apetecía en absoluto comenzar la práctica pero sentía que tenía que hacerlo.


Me sequé mis lágrimas y comencé a moverme en la esterilla. Las sensaciones fueron cambiando, la angustia fue desapareciendo. Comencé a sentir cómo la energía se iba moviendo a lo largo de todo mi cuerpo. Esa sensación de angustia comenzó a sustituirse por una gratificante sensación de calma, de serenidad, de todo está bien, de SÍ eres suficiente.


No suelo compartir este tipo de momentos íntimos pero esta vez algo me ha dicho, ¡hazlo! Y por qué no…



¿Cuántas veces te ha sucedido algo parecido a ti?

Además de momentos de alegría, estos momentos también son parte de la vida y de lo que somos. Están ahí y vienen a mostrarnos diferentes cosas que debemos descubrir. Vienen a enseñarnos algo. Abrázalos y escúchate. 


El silencio que a veces tanto evitamos o que nos cuesta soportar, tiene muchas cosas que decirnos sobre nosotr@s mism@s. En muchas ocasiones, lo que el cuerpo nos pide es precisamente, silencio y escucha.


Cuando esto me sucede, además de mi práctica de Pránáyáma (respiración), Asanas y Meditación, intento decirme un mensaje positivo, un mantra o una frase, que de nuevo ilumine mi camino, que me lleve a mi centro y me recuerde mis dones, mis valores o mi capacidad.


Te dejo dos Mensajes (y suma todos los que a ti te vengan):


1.- Silénciate, Escúchate y Permítete.


2.- Dite a ti misma/o tu frase, palabra o mantra.

Como ejemplo, a mi me vino éste: SÍ eres suficiente, SÍ puedes alcanzar aquello en lo que estás pensando, SÍ eres maravillosa/o y siempre vas a tener una segunda oportunidad y una tercera… Y todas las que la vida te permita y te permitas tú a ti misma/o. Confía.


Simplemente tú.


Cuéntame si te apetece y déjame en comentarios: ¿Qué has sentido al leer este post? ¿Con qué mensaje te quedas y cuál añadirías?


Abrazo, Namaste.

Alex.

71 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page